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Un paseo por el Madrid de Ventura Rodríguez

Buenaventura Rodríguez. Madrileño. Arquitecto. Si algo define la identidad de Madrid es su arquitectura, y pocos nombres son tan cruciales para entender su desarrollo como el de Ventura Rodríguez. Sus edificios, fuentes y monumentos no solo embellecen la ciudad, sino que narran historias de transformaciones sociales, políticas y artísticas en el corazón de España.

Ventura Rodríguez nació en Ciempozuelos en 1717, un pueblo al sur de Madrid que en aquel entonces era conocido por su proximidad a Aranjuez, donde la corte pasaba largas temporadas. Su padre, profesor de arquitectura, le inculcó los primeros conocimientos en esta disciplina. Pero su verdadero salto profesional llegó gracias a su mentor, Filippo Juvara, el arquitecto italiano responsable del diseño inicial del Palacio Real de Madrid. La colaboración con Juvara no fue casual: la corte se trasladaba frecuentemente a Aranjuez, y este contacto fue decisivo para que Rodríguez aprendiera de primera mano las técnicas de los grandes maestros italianos del barroco.

Ventura Rodríguez no solo trabajó en Madrid; su obra se extiende por España, pero es aquí donde dejó su legado más emblemático. Acompáñanos en un recorrido por sus creaciones para comprender cómo su talento ayudó a transformar Madrid en una de las grandes capitales europeas.

La ruta de Ventura Rodríguez por Madrid

¿Por dónde empezar? Por algo obvio. Justo donde estás pensando: la estación de metro Ventura Rodríguez. Situada en la Calle Princesa y atravesada por la línea 3, no podía haber mejor punto de partida. Desde aquí comienza nuestro recorrido con una de sus joyas más conocidas: el Palacio de Liria.

El Palacio de Liria

El Palacio de Liria es un ejemplo perfecto de cómo la arquitectura puede ser a la vez majestuosa y discreta. Su fachada, austera pero imponente, se encuentra escondida tras los jardines que lo rodean, y muchos transeúntes que recorren la Calle Princesa, en el Barrio de Argüelles, apenas reparan en su presencia. Sin embargo, este edificio tiene una historia fascinante.

Construido en el siglo XVIII, el proyecto fue dirigido por Louis Guilbert y Ventura Rodríguez para los Duques de Berwick, una familia de origen anglo-español que se fusionaría con la Casa de Alba años después. Rodríguez contribuyó al diseño del palacio con su característico estilo neoclásico, aunque también integró elementos barrocos, lo que le da ese aire monumental.

Durante la Guerra Civil, el Palacio de Liria sufrió graves daños, siendo prácticamente destruido por los bombardeos. Solo las fachadas sobrevivieron intactas. La reconstrucción, liderada por el duque Jacobo Fitz-James Stuart, devolvió al edificio su esplendor original, conservando su legado como hogar de una de las colecciones de arte privadas más importantes de Europa. Entre sus piezas destacan obras de Goya, Murillo y El Greco, así como manuscritos históricos como cartas de Cristóbal Colón o el último testamento de Fernando el Católico.

Curiosidad: ¿Sabías que el Palacio de Liria es conocido como el “hermano pequeño” del Palacio Real? Las similitudes entre ambos no son casuales, ya que Ventura Rodríguez participó en el diseño de ambos proyectos y aplicó principios arquitectónicos similares.

La Iglesia de San Marcos: una joya oculta entre rascacielos

La Iglesia de San Marcos es uno de esos tesoros escondidos que Madrid guarda celosamente. Situada en un lateral del Edificio España, esta iglesia del siglo XVIII fue construida por Ventura Rodríguez por orden de Felipe V. Su diseño, con una innovadora planta ovalada y una cúpula decorada con frescos, la convierte en una de las obras más originales de su tiempo.

Rodríguez diseñó esta iglesia para conmemorar la victoria en la Batalla de Almansa (1707), un enfrentamiento clave en la Guerra de Sucesión Española. Fue también el lugar donde, tras su muerte en 1785, Ventura Rodríguez fue enterrado. Sin embargo, sus restos fueron trasladados posteriormente a la Iglesia de San Sebastián, en la Calle Atocha.

Durante el siglo XIX, la Iglesia de San Marcos fue testigo de importantes reformas urbanísticas. La construcción de grandes edificios en su entorno, como el Edificio España, alteró la perspectiva original, dejando la iglesia “atrapada” entre rascacielos.

Actualmente, los restos de Ventura Rodríguez se encuentran en la Iglesia de San Sebastián, situada en la Calle Atocha. En esta iglesia se encuentran también los de Lope de Vega o el otro gran arquitecto madrileño Juan de Villanueva. Además en ella se celebraron los matrimonios de Gustavo Adolfo Bécquer y Mariano José de Larra y los bautizos de Jacinto Benavente, José de Echegaray, Ramón de la Cruz o Leandro Fernández de Moratín. Una iglesia muy literata.

La Capilla del Palacio Real de Madrid, el legado del maestro

El Palacio Real de Madrid es una de las joyas arquitectónicas de Europa, y Ventura Rodríguez jugó un papel crucial en su construcción. Su maestro, Filippo Juvara, había fallecido antes de completar el diseño, y Rodríguez asumió el desafío de trabajar junto a Juan Bautista Sacchetti para culminar este ambicioso proyecto.

Entre sus contribuciones destaca la Capilla Real, construida entre 1750 y 1759 por encargo de Fernando VI. Este espacio, reservado para las ceremonias religiosas de la familia real, combina una monumentalidad impresionante con detalles delicados que reflejan el estilo neoclásico emergente.

Por cierto, ¿sabías que la Fuente de las Conchas, ubicada en los Jardines del Campo del Moro, también es obra de Ventura Rodríguez? Diseñada para embellecer el entorno del Palacio Real, esta fuente es un ejemplo de su habilidad para integrar arquitectura y naturaleza.

Real Monasterio de la Encarnación

Desde el Palacio Real, un corto paseo por la Calle de San Quintín nos lleva al Real Monasterio de la Encarnación, en la Plaza de la Encarnación. Fundado por Margarita de Austria en el siglo XVII, es otro de los lugares donde Ventura Rodríguez dejó su huella. Aunque no diseñó el edificio original, recibió el encargo de decorar su iglesia en el siglo XVIII, logrando un equilibrio entre la sobriedad monástica y la riqueza artística.

El monasterio, habitado por monjas agustinas recoletas, es un lugar de tranquilidad en pleno centro de Madrid. Su iglesia es un ejemplo de cómo Rodríguez adaptaba su estilo a las necesidades del cliente, en este caso, un espacio monástico sobrio pero cargado de detalles artísticos.

Anécdota: La reliquia más famosa del monasterio es la ampolla de sangre de San Pantaleón, que, según la tradición, se licúa cada 27 de julio, día del santo. Este fenómeno ha atraído a devotos y curiosos desde hace siglos.

Las fuentes del Paseo del Prado. Arte, mitología y modernidad

Cuando Carlos III llegó a Madrid, quiso modernizar la ciudad. Uno de sus proyectos más ambiciosos fue la reforma del Salón del Prado, lo que hoy conocemos como el Paseo del Prado. Ventura Rodríguez diseñó las fuentes que ahora dominan este emblemático paseo:

  • Fuente de Cibeles: Diseñada como un homenaje a la diosa de la Tierra, esta fuente se ha convertido en el símbolo de Madrid y en el lugar de celebración para los aficionados del Real Madrid.
  • Fuente de Neptuno: Representa al dios del mar y es el punto de encuentro de los aficionados del Atlético de Madrid.
  • Fuente de Apolo: Menos conocida pero igual de bella, simboliza la luz de la razón.
  • Fuente de la Alcachofa: Aunque la original se trasladó al Parque del Retiro, en su lugar inicial se alza hoy una réplica en bronce.

Las fuentes no solo eran decorativas; formaban parte de un proyecto de saneamiento y abastecimiento de agua para Madrid, mejorando la calidad de vida de los madrileños.

Otras obras en Madrid de Ventura Rodríguez

Además de sus grandes obras, Ventura Rodríguez dejó su firma en otros rincones de la ciudad:

  • La Fuente de los Delfines, en las Escuelas Pías de San Antón, es un pequeño pero encantador ejemplo de su talento para el diseño de fuentes.
  • El Palacio de Altamira, cerca de Gran Vía, destaca por su estilo barroco, más austero que otras obras suyas.
  • La Iglesia de San Pedro ad Víncula, en Vallecas, cuya torre es un referente visual en la zona.

Un Madrid hecho por Ventura Rodríguez

Ventura Rodríguez transformó Madrid con una obra que refleja la grandeza de su tiempo y una visión adelantada a su época. Cada palacio, iglesia y fuente que diseñó combina armonía y monumentalidad, dejando una huella profunda en la identidad de la ciudad. Sus proyectos no solo embellecieron la capital, sino que ayudaron a modernizarla durante el reinado de los monarcas ilustrados, convirtiendo a Madrid en un referente arquitectónico europeo.

Caminar por sus obras es recorrer una Madrid que combina tradición e innovación. Su legado no sólo es testimonio de un talento excepcional, sino también es un recordatorio de cómo la arquitectura puede dar forma al carácter de una ciudad.

Madrid no sería lo mismo sin Ventura Rodríguez. Sus creaciones siguen siendo un símbolo de su amor por su ciudad natal, un puente entre el pasado y el presente que, siglos después, continúa emocionando e inspirando a quienes las contemplan. Su genio perdura en cada rincón que diseñó, convirtiéndolo en uno de los grandes artífices de la historia madrileña.

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