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Visitar la Plaza Mayor de Madrid, un lugar mágico de la capital

¡Bienvenidos a la Plaza del Arrabal! Así se llamaba la Plaza Mayor en sus inicios, una plaza que ahora está en el mismísimo centro de Madrid pero que cuando se construyó estaba fuera de las murallas de la ciudad en el mismo lugar donde había una laguna y donde se instaló un mercado donde comerciaban los principales gremios madrileños.

Hoy en día, 400 años después, y 3 incendios y reconstrucciones, es un lugar muy especial donde nos encanta ir para disfrutar de su ambiente, su encanto, sus 377 balcones y ver cómo los turistas que llegan a ella se quedan maravillados. Y esto último es posiblemente lo que más nos gusta.

A la Plaza Mayor de Madrid se puede llegar desde muchos lugares, la mayoría llegará desde la vecina Calle Mayor y otros desde la Calle Toledo mientras recorren el Madrid de los Austrias o La Latina, pero nosotros te vamos a sugerir que entres desde la Calle Gerona, la este de la plaza. Y ahora os contaremos por qué.

Qué ver en la Plaza Mayor de Madrid

Imagina estar en la Plaza de la Provincia, una plaza anexa a la Plaza Mayor donde encontramos el Palacio de Santa Cruz, un fantástico edificio rectangular con torres en sus esquinas y que hoy es la sede del Ministerio de Asuntos Exteriores. En esta plaza se encuentra también una réplica de la antigua Fuente de Orfeo. A tus espaldas el comienzo de la Calle Atocha donde también destaca la gran torre de 80 metros de la Iglesia de la Santa Cruz.

Ahora que ya has admirado el entorno, dirígete a la Calle Gerona, con sus tiendas de recuerdos y tras cruzar un arco entrarás en la Plaza Mayor por una de sus esquinas teniendo ante tí una de las grandes joyas que tiene Madrid. Y ahora recuerda el Palacio de Santa Cruz que estaba unos metros antes. ¿A qué creerás haber entrado en él pero unos metros más adelante?

Ese ladrillo rojo, tan característico de Madrid te acompaña por todo el Madrid de los Austrias, y también en edificios más modernos, es lo que más destaca de esta plaza con sus torres y balcones. Y ahora que ya has vivido la sensación de entrar en ella te vamos a contar qué ver en la Plaza Mayor (sabemos que esto te lo cuentan cientos de páginas pero ninguna como nosotros). Ahora dirígete a la Estatua de Felipe III porque es el mejor lugar desde el que debes admirar todas las fachadas.

La Estatua de Felipe III

Si en la vecina Puerta del Sol la estatua de Carlos III ocupa una posición de observador, aquí la de Felipe III ocupa un lugar privilegiado en el medio de la plaza de forma que sea imposible no verla. Felipe III lo domina todo aquí. Y ahí donde la ves resulta que tiene más de 400 años, ya que data de 1616 aunque en un primer momento se instaló en la Casa de Campo.

Mucha gente piensa que el que está ahí es Felipe II, que fue el que comenzó a construir la plaza, pero no, es su hijo, Felipe III que precisamente no fue el mejor rey que tuvo España, ya que con él comenzó la decadencia de un imperio en el que no se ponía el sol. Pero bueno, Madrid le debe que fue el que terminó de construir la Plaza Mayor, motivo por el que podemos verlo aquí.

La Estatua de Felipe III ha sufrido varios actos de vandalismo a lo largo de su historia, como la bomba que metieron en su interior tras la proclamación de la II República y que llenó la plaza de pequeños huesecillos procedentes de pájaros que se introducían en su interior y no conseguían salir.

La Casa de la Panadería

Como habrás observado nada más entrar por una de sus esquinas, la Plaza Mayor de Madrid tiene una apariencia uniforme con una serie de edificios porticados con balcones, fachada roja, persianas blancas y tejado gris donde sobresalen algunas ventanas. Verás que la plaza está completamente cerrada con una serie de arcos en cada una de las 4 fachadas que sirven para entrar y salir de la plaza.

Pero en mitad de una de las fachadas verás una sección de otro color diferente que destaca sobre el resto de edificios. Se trata de la Casa de la Panadería, que no solo tiene otro color sino que también tiene 2 torres angulares que la hacen única. El edificio siempre ha estado decorado con pinturas pero tras sufrir incendios, remodelaciones y el paso del tiempo, en 1992, el pintor Carlos Franco, tras ganar un concurso, decoró la fachada con pinturas alegóricas que repasan la historia de Madrid.

Es una pena no poder visitar la Casa de la Panadería pues dicen que su interior es también espectacular. En la parte inferior se encuentra una oficina de turismo y es también lugar de celebración de bodas civiles. Muchos se casan solo por ver el Salón Real. Bueno, igual no es solo por eso…

Posiblemente no te hayas dado cuenta, pero para eso estamos nosotros aquí, para que no te vayas sin perderte un detalle, pero en la parte superior de la Casa de la Panadería se encuentra el escudo de Carlos II.

La Casa de la Carnicería

Bueno, deja de admirar la fachada de la Casa de la Panadería y date media vuelta para dirigir tu mirada hacia el extremo sur de la Plaza Mayor de Madrid. Allí se encuentra otro edificio coronado también por dos torres pero en este caso sin perder la uniformidad estética del resto de la plaza salvo por el balcón que sale de la torre a la altura del tejado gris de los edificios colindantes.

En este caso hablamos de la Casa de la Carnicería. ¿Y por qué se llama así? Pues porque aquí se vendía carne. Si has estado atendiendo a lo que te estamos contando, la Plaza Mayor era el lugar de celebración del mercado.

Tras uno de los 3 incendios que asolaron la Plaza Mayor, se decidió reconstruir esta fachada a semejanza de la de enfrente, la Casa de la Panadería, un gran acierto porque le dio a la plaza una gran sensación de simetría.

¿Has visto las 4 farolas que hay simétricamente situadas? Además de servir para que mucha gente descanse en ellas, cada una cuenta con una serie de grabados que hacen un repaso a la historia de la Plaza Mayor.

El Arco de Cuchilleros, lo mejor de la Plaza Mayor de Madrid

Desde tu lugar privilegiado en el centro de la plaza ya habrás observado los arcos que hay estratégicamente situados en sus 4 fachadas para salir de la plaza y ahora nos vamos a ir hasta uno de ellos, el más famoso. Pero, ¿y cuál es ese arco si son todos iguales? Claro, iguales por dentro de la plaza…pero desiguales por fuera.

Así que, mirando hacia la Casa de la Carnicería dirígete hacia la esquina de la derecha y sal por su arco bajando unas escaleras. Cuidado, que no son pocos los que se han caído por ahí. Continúa andando un poco por la calle y date la vuelta. Ante ti tienes el Arco de Cuchilleros, otro de los gremios que comerciaban en la antigua Plaza del Arrabal.

Se lo debemos a Juan de Villanueva, artífice de infinidad de obras arquitectónicas de Madrid, que con un gran ingenio consiguió salvar el desnivel existente entre la Plaza Mayor y la Cava de San Miguel, la calle en la que te encuentras.

Justo en el Arco de Cuchilleros se encuentra uno de los restaurantes más castizos y con más historia de Madrid. Las Cuevas de Luis Candelas. Y a pocos metros, en la Cava de San Miguel, el restaurante más antiguo del mundo, Sobrinos de Botín.

El Arco de la Calle 7 de Julio

La Calle 7 de Julio es una de las 10 calles de acceso a la Plaza Mayor y se encuentra detrás de la Casa de la Panadería. Así que, vámonos hacia allí. Porque aquí tienes un placa que rememora uno de los episodios históricos más desconocidos para muchos de Madrid.

El 7 de julio de 1822, ya ha llovido desde entonces, se produjo un golpe de estado en el periodo histórico español conocido como Trienio Liberal que pretendía acabar con el régimen constitucional y restablecer la monarquía absoluta. El inductor de ese golpe de estado fue el mismísimo Fernando VII que envió a la Guardia Real hasta el Ayuntamiento de Madrid para hacerse con el poder pero en la Plaza Mayor se topó con unos milicianos voluntarios que les obligó a rendirse y entregar sus armas.

El golpe de estado fracasó y en la Casa de la Panadería se firmó la paz. Por eso, en el arco de la Calle del 7 de Julio, se encuentra una placa que pasa desapercibida para los visitantes pero que recuerda a aquellos héroes que salvaron a España de la tiranía de un rey terrible para España. Al menos momentáneamente, porque al año siguiente sí que consiguió su objetivo.

Todo el mundo sabe que en la Plaza Mayor hubo ejecuciones públicas, autos de fe, corridas de toros… pero, ¿a que desconocías este episodio no demasiado lejano de la historia de España?

Cómo llegar a la Plaza Mayor de Madrid

A la Plaza Mayor de Madrid se puede llegar desde muchos lugares. Ya te hemos dicho al principio de este artículo que desde la Plaza de la Provincia y la Calle Atocha es la mejor forma de llegar. Allí, la estación de Metro más cercana es Antón Martín (L1), aunque hay un pequeño paseo.

Otra forma de llegar es desde la Estación de Sol (L1, L2 y L3 de Metro) y es la más utilizada porque es la más cercana y también porque vendrías de la zona más turística de Madrid. Si llegas desde el oeste lo harás por la Calle Mayor desde la zona de la Catedral de la Almudena. Desde el sur llegarás por la Calle Toledo siendo la estación de Metro más cercana la de La Latina (L5).

También es posible llegar en coche y además de una forma muy fácil ya que bajo la Plaza Mayor hay un enorme aparcamiento público que te lo facilitará. Puedes llegar hasta este parking por la Calle Mayor o por la Calle Toledo pero ten en cuenta que muchas veces puede que las calles estén cortadas por diferentes circunstancias por lo que conviene informarse antes de ir.

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