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La Casa de Campo, el parque más grande de Madrid

Uno de los planes que solemos hacer algunos domingos es irnos a pasear a la Casa de Campo después de desayunar. Un plan fantástico en una zona verde que representa el parque más grande de la ciudad y en el que hay numerosas atracciones. Un lugar para relajarse ya que su visita es de lo mejor que hacer en Madrid.

Nosotros vamos por las mañanas, que es cuando menos gente hay los fines de semana, pero cualquier hora es buena. Y cualquier día de la semana también. Y sí, encontrarás algún lugar masificado, pero es tan grande que seguro que encuentras algún lugar donde no hay nadie.

El recorrido que te vamos a mostrar por la Casa de Campo te llevará varias horas, es un recinto muy grande. Por supuesto, puedes hacerlo en varios días según zonas o incluso hacer otro recorrido diferente porque cualquier rincón es especial. Eso sí, para visitar el Zoo o el Parque de Atracciones te recomendamos un día completo para cada uno.

La ruta definitiva y más completa por la Casa de Campo

Para comenzar tu paseo por la Casa de Campo debes ir hasta la estación de Príncipe Pío (Metro, líneas L6, L10 y R). Sí, Príncipe Pío. ¿Pero si en otros lugares has visto que hay que ir a Batán o Lago, que son las estaciones por excelencia de la Casa de Campo? Pues sí, son las que te dejan en su corazón pero solo entrando por la Puerta el Río, junto al Puente del Rey, comprenderás su historia.

Si no quieres hacer el recorrido por tu cuenta y prefieres que te lo cuente un guía experto, siempre puedes hacer este free tour de la Casa de Campo que seguro que te sorprenderá. Cuidado que el recorrido es largo pero será tan interesante que no lo notarás.

La Puerta del Río

Tras cruzar el Puente del Rey llegas a la llamada Puerta del Río, que era la puerta que daba acceso a la Casa de Campo desde el Palacio Real. Vamos, por las que entraban los Reyes a disfrutar del coto de caza. Bueno, lo que hoy ves son 6 pilastras, no una puerta. La puerta era muy pequeña en la II República pero posteriormente se construyen otras dos puertas a su lado y unas garitas de ladrillo.

Lo que hoy vemos son solo las 6 pilastras que formaban esa puerta de entrada a la Casa de Campo. No queda nada de las verjas ni de las garitas. Y es que además es difícil imaginarse a Fernando VI o Alfonso XIII cruzando esas pilastras. Igual de difícil que es imaginarse que donde hoy está el Puente del Rey en sus inicios había una pequeña pasarela que hizo construir Felipe II para ir desde el entonces Alcázar de Madrid hasta estos terrenos.

Pero bueno, es lo que hay, y si no lo lees aquí pues te pensarás que son unas pilastras puestas ahí sin sentido a modo de ornamentación. Pero no, tienen su historia y ahora ya sí, puedes entrar en la Casa de Campo.

El Palacio de los Vargas

¿Alguna vez te has preguntado por qué se llama Casa de Campo? Campo está claro, todo eso es campo. Pero, ¿y la casa? ¿hay alguna casa allí? Pues sí, la hay. En el Palacio de los Vargas que verás a tu derecha al poco de entrar por la Puerta del Rey. Este palacio, también llamado Casa de Campo de Felipe II es el que da nombre este parque.

La familia de los Vargas, que tuvo su origen en siglo XI y todavía perdura, construyó este palacete en 1519 y, aunque en él pasó alguna temporada Carlos I invitado por los Vargas, no pasó a propiedad real hasta que en 1561 lo compra Felipe II y añadiera a su alrededor una serie de jardines y estanques, sembrando el germen sin saberlo de un parque que podemos disfrutar casi 500 años después.

Pero el palacio que estás viendo ahora no tiene la misma apariencia que el que compró Felipe II. Y es que Carlos III, años más tarde, encargó su remodelación a su arquitecto favorito, Francesco Sabatini, que no fue la última ya que ha sufrido nuevas remodelaciones incluso en el siglo XX. En la actualidad no tiene ningún uso pero se está planeando hacer un centro de información de la Casa de Campo.

Junto al Palacio de los Vargas existen varios jardines, como el Jardín Reservado de Felipe II, el Jardín del Rerservado Chico o el Jardín del Reservado Grande que constituyen los jardines más históricos de la Casa de Campo. Visitarlos es encontrarse con su historia, pero de ellos hablaremos en otro momento.

El Paseo del Embarcadero

Desde la Fuente de la Buena Suerte, que es como se llama la fuente frente al Palacio de los Vargas, comenzamos a caminar por el Paseo del Embarcadero dejando a la izquierda los jardines del Palacio de los Vargas y a la derecha la histórica Huerta de la Partida, ambos tras una pared de ladrillo.

A la derecha, al final de la pared encontrarás un mirador que se eleva entre árboles desde el que podrás tener unas de las mejores vistas que puedas tener de la zona del Palacio Real y la Catedral de la Almudena. Sencillamente espectacular las vistas que hay desde aquí. Bajo el mirador podrás ver la Huerta de la Partida, la antigua huerta que surtía de frutas y hortalizas a los Vargas.

Unos metros más allá, a pocos metros del Embarcadero que da nombre al paseo surgirá a tu derecha de repente un pequeño acueducto, que además es obra de nada menos que Sabatini. Es el conocido como Acueducto de la Partida y que servía para llevar agua a la huerta. Increíble que una obra así, de tiempos de Carlos III, todavía la podamos disfrutar, ¿verdad?.

Durante siglos el disfrute de la Casa de Campo era exclusivo de la familia real y sus invitados hasta que en 1931 se proclamó la II República el parque fue cedido al Ayuntamiento de Madrid para que los disfrutaran todos los madrileños y visitantes. El día de su apertura al público fue un día de júbilo y celebración que quedó empañado por diversos actos vandálicos y también por algunas intoxicaciones de gente que se bañó en el lago.

El Lago de la Casa de Campo

Llegamos por fin a uno de los principales puntos de interés que vas a encontrar en la Casa de Campo, su Lago. Lo que aquí te recomendamos es rodearlo y disfrutar del mismo. Alrededor del Lago tienes varios restaurantes con bonitas terrazas con vistas al mismo y además es un lugar donde practicar diferentes deportes como piragüismo o uno muy curioso llamado kayak-polo donde dos equipos en kayak compiten por meter una pelota en una portería.

El Lago que actualmente vemos es la unión de una serie de estanques que Felipe II mandó construír en 1562 y que se abastecía de los diferentes arroyos de la zona. Tal era la importancia de los estanques para el monarca que mandó proteger esos cauces con multas a los que impidieran su curso. Y es que los estanques no se usaban solo como sitio de recreo sino también como reserva de peces que se servían en los banquetes del palacio.

En tu paseo por el Lago te recomendamos disfrutar de cada paso que des y disfrutar de las vistas que desde él se tienen de los edificios de la Plaza de España.

Inicialmente eran 4 estanques que se fueron uniendo hasta que quedaron 2, uno el lago que ves actualmente y el otro situado en el mismo lugar donde está el aparcamiento, el campo de fútbol y el parque infantil que hay junto al mismo, tras desecarse en la década de 1970 ya que se había convertido en una ciénaga.

El Mirador de la Sartén

Tras dar la vuelta al lago toca adentrarse en la parte más salvaje de la Casa de Campo, donde incluso es posible que no te encuentres a nadie. Increíble estar solo en algún lugar de Madrid, ¿verdad?. Y te tendrás que dirigir a un mirador que nos encanta y al que vamos siempre que damos un paseo por la Casa de Campo. Un mirador, con un nombre peculiar y con unas vistas envidiables.

Para llegar hasta allí tienes dos opciones. Una, subir unas escaleras que parten del aparcamiento del lago y luego ir campo a través dejando a un lado unas pistas deportivas. Otra, subir por el Camino de los Romeros, que parte de la zona norte del lago y llegar hasta el mirador por el otro lado de las pistas deportivas.

El Mirador de la Sartén lo encuentras fácil. Está sobre un cerro al cuya cima se llega por varios senderos. Elige el que más te guste y sube. Y una vez arriba disfruta de una de las mejores vistas de Madrid. Sin duda, la más completa porque de una sola mirada podrás ver desde el Palacio Real hasta las torres del CTBA pasando por la Plaza de España. Madrid frente a ti.

En la Casa de Campo hay muchos otros miradores, como el del histórico Cerro Garabitas, pero están lejos y para una visita típica lo mejor es hacer el recorrido que te proponemos aquí. Si vuelves otro día, tendrás tiempo de adentrarte todavía más porque el parque es inmenso.

De camino al Teleférico de Madrid

Tras bajar del Mirador de la Sartén, después de seguro estar allí un buen tiempo disfrutando y haciendo fotos (incluso es posible que veas gente pintando cuadros) el siguiente destino es el Teleférico de Madrid al que puedes llegar por varios caminos. Uno de ellos, es uno asfaltado llamado Camino del Teleférico (ya, no es nada original) pero a nosotros nos gusta ir por senderos más salvajes que van hacia el este.

No tiene pérdida porque no tienes más que seguir los cables del teleférico y llegarás. Por el camino verás lugares como La Era, que ahora no te dirá mucho pero que es un lugar con una importante historia a sus espaldas. Era el lugar en el que se hacía el pan para el personal de la Casa de Campo y allí había un casón, una iglesia y una casa de guardas. La Guerra Civil acabó con ellas y hoy solo queda un descampado. Una pena.

Si vas por los senderos salvajes encontrarás un lugar llamado el «Mirador de los 3 pinos«, también con unas vistas geniales de Madrid y llamado así porque….hay 3 pinos (seguimos con la originalidad). Llegarás después a un parque infantil que si vas con niños será su mayor alegría del día y por fin al Teleférico, que en la actualidad se encuentra cerrado a expensas de una gran remodelación que pretende modernizar una infraestructura que une el corazón de la Casa de Campo con el Barrio de Argüelles.

La Casa de Campo fue uno de los escenarios de la Batalla de Madrid durante la Guerra Civil Española. Aquí se libraron cruentos enfrentamientos que terminaron con la destrucción de maravillas como La Era y que también dejó vestigios como diferentes bunkeres y diferentes ruinas.

De vuelta al Lago

Desde el Teleférico baja una carretera asfaltada (cuidado porque es una de las pocas vías abiertas al tráfico en la Casa de Campo) que desemboca en el Pinar de las Siete Hermanas. ¿Y qué es este lugar con ese nombre tan sugerente? Pues es un increíble pinar con ejemplares de más de 25 metros de altura y con una antigüedad de 175 años. Es increíble estar allí. Pero la pena es que las plagas están acabando con el pinar a lo que se sumó el desastre de Filomena. Esperemos que no acabe desapareciendo esta joya de la Casa de Campo.

Desde allí puedes volver hasta la zona del Lago por dos paseos, cada uno con una gran encanto. ¿Y si vas por uno y vuelves por otro? Pues si tienes tiempo, es lo que te recomendamos. Y si el cansancio no puede contigo, claro, que ya el paseo es largo. Uno es el Paseo de los Plátanos, donde abunda el plátano de sombra, un árbol enemigo de los alérgicos (pero solo en marzo-abril), que te lleva hasta el campo de fútbol del que te hemos hablado antes.

El otro, es el Paseo de los Castaños, donde también hay…plátanos de sombra. En ambos paseos encontrarás numerosa gente paseando o haciendo deporte. Y si vas por este último caminarás en paralelo al Arroyo de Meaques pudiendo cruzarlo desde el Puente de la Agachadiza.

Si has optado por finalizar el recorrido junto al Lago y es la hora de comer te recomendamos que disfrutes de la gastronomía en alguno de los restaurantes que lo rodean.

El Parque de Atracciones y el Zoológico de Madrid

Son los dos lugares de ocio por excelencia del interior de la Casa de Campo. No los hemos incluido en el paseo porque tampoco tienen interés para conocer la historia de la Casa de Campo y además son lugares en los que pasar un día completo. Pero no podíamos hablar del pulmón de Madrid sin mencionarlos.

Seguro que durante todo el recorrido has visto las altas montañas rusas del Parque de Atracciones. Desde la zona del Teleférico es donde mejor se ven. Incluso habrás escuchado desde bastante lejos el griterío de los que disfrutan allí. El Parque de Atracciones de Madrid fue inaugurado en 1969 y desde entonces ha sido y es un lugar en el que disfrutan niños y mayores. Te recomendamos pasar el día aquí y disfrutar de todo lo que te ofrece, desde atracciones infantiles tematizadas con Nickelodeon hasta las más intensas y exigentes.

Muy cerca se encuentra el Zoo Aquarium de Madrid, un parque zoológico a la antigua usanza en el que también hay un destacado acuario. Fue inaugurado en 1972 y desde entonces ejerce una importante labor educativa, de conservación animal y por supuesto también lúdica.

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